jueves, 24 de marzo de 2011

Paella, jamón con pan y tomaca, croquetas y trufas de chocolate. Por unas horas, en Shangai se dejaron los palillos a un lado para probar las delicias españolas que se ofrecieron durante el cóctel posterior al primer desfile que la firma Mango

Paella, jamón con pan y tomaca, croquetas y trufas de chocolate. Por unas horas, en Shangai se dejaron los palillos a un lado para probar las delicias españolas que se ofrecieron durante el cóctel posterior al primer desfile que la firma Mango ha presentado en China. La colección «Modernist resort» de primavera-verano del 2011 fue la carta de presentación para marcar un antes y un después en la expansión de esta firma en China. Conscientes de que su fuerte son las mujeres de 25 a 40, profesionales que se mueven por la gran ciudad y que saben estar siempre al día de lo que pasa en lo que a moda se refiere, la propuesta de Mango fue tan clara como la piel de la modelo china Emma Pei, que no desfiló sino que siguió el pase desde el front row(la primera fila de toda la vida), honor que compartió con el cónsul de España, Antonio Segura, y la «it girl» Olivia Palermo, que colabora con esta empresa desde hace unos meses.
Aunque para la mayoría Olivia es una perfecta desconocida, las blogueras siguen sus andanzas y comentarios por todos los puntos de la red. Es la clásica hija de una familia reputada y riquísima que, en lugar de seguir los pasos y locuras de Paris Hilton, optó por convertirse en una celebrity pero en plan cool. Otro estilo de mujer y de vida puesto que la suya es mucho más tranquila junto a su novio alemán, del que no habla, como tampoco regala escándalos a los medios.
Con la colección de Mango en el novedoso hotel Waterhouse se da un paso más en la expansión china de esta firma española. El sueño oriental de su presidente, Isak Andic, comenzó en 2002 cuando se asoció con un chino y se creó la primera franquicia en 2006. Dos años más tarde Mango abrió su primera tienda en Pekín. En la actualidad hay 70 franquicias y 64 tiendas propias. En esta cita no faltó el hombre de Mango en Asia, David Sancho, quien me anunció que el objetivo está en tener 200 puntos de venta de esta firma en china. Hay que tener en cuenta que en la actualidad china representa el 2,4 por ciento de la facturación y la idea es que llegue a ser el 4 por ciento en dos años. El propio Sancho me recordó que trabajan en colaboración con varias ongindependientes, que se encargan de comprobar que en todas las fábricas donde producen su ropa se respetan los derechos humanos y laborales de sus trabajadores.

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