martes, 29 de marzo de 2011

Gran paella popular para recaudar fondos y poder pagar lo que queda de la factura de las obras

Los vecinos y la dirección del colegio del Bacarot temen que, de no tomarse medidas, el centro educativo desaparezca por falta de alumnos. Recuerdan que la creación del comedor supuso un gran impulso para revitalizar la actividad del colegio, lo que se complementó con la dotación de nuevos medios materiales y ahora con la sustitución de techo, lo que ha supuesto dejar en una magnífica situación el colegio.
Actualmente una veintena los alumnos de Infantil y Primaria que asisten al colegio, en el que dan clases siete profesores, incluidos fijos y los itinerantes. Esta situación tiene la ventaja de que los niños reciben una educación personalizada. Pero la preocupación de los vecinos es que, como consecuencia de que algunos alumnos han de abandonar el centro porque pasan al ciclo superior, los responsables de Educación decidan cerrarlo.
Por ello, la comunidad escolar, el alcalde pedáneo y le asociación de vecinos El Eco de Bacarot se han unido con el fin de evitar que se llegue a esta extremo. Consideran que el colegio debe incluirse en el área educativa de Alicante, de tal manera que los vecinos puedan tener la posibilidad de elegir este centro para llevar a sus hijos. Entre los beneficios destacan, además de unas magníficas instalaciones, la cercanía que proporciona la existencia de la Vía Parque y la situación del centro en un emplazamiento que consideran tranquilo, seguro y rodeado de espacios naturales. Este objetivo es el que les llevará a mantener en próximas fechas reuniones con las autoridades municipales y educativas para establecer las medidas necesarias para impulsar la afluencia de niños al colegio.
Esta unidad la han creado también los vecinos para salvar la iglesia de la pedanía, dedicada a los Santos Juanes, San Juan Bautista y San Juan Evangelista. El alcalde pedáneo, Iván Martínez, y el presidente del consejo pastoral de la iglesia, Manuel Esteve, recuerdan que el terreno que ocupa la ermita fue cedido por un particular y que todos los vecinos arrimaron el hombro para levantar la pequeña iglesia. Aseguran que durante la Guerra Civil el inmueble resultó dañado y se restauró en 1941, y en 1960 fue objeto de pequeñas obras de pintura. Sin embargo, durante los últimos años ha permanecido cerrada, lo que ha motivado su deterioro.
Gracias a la implicación del Ayuntamiento de Alicante, del Obispado, empresas colaboradoras y sobre todo de los vecinos, la iglesia parroquial presenta ahora un aspecto renovado, con blancas paredes, una nueva espadaña con una campana, y un reloj que marca las horas. En el interior, el viejo techo de cañizo se ha sustituido por uno nuevo sostenido por vigas de madera, y se ha instalado iluminación. Unas obras que han costado 45.000 euros, de los que aún faltan por pagar cerca de cinco mil, por lo que este último sábado los vecinos organizaron en la plaza Madreselva, aledaña a la ermita, una fiesta de convivencia en la que se realizaron actividades y se preparó un mercadillo y una gran paella para recaudar fondos y poder pagar lo que

1 comentario:

  1. El expolio aparece en las webs oficiales barcelonesas, y se suma a los de
    la Albufera, las Fallas, el Misterio de Elche y la paella, que ahora
    también es catalana, algo lógico en quienes defienden insistentemente la
    existencia de los Països Catalans. ...

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