César lució ayer entre fogones su perfil de 'showman'. Se divirtió e Con Guaita, Alves y Moyà, su continuidad en el Valencia la próxima temporada está más que cruda. Todo dependerá del balear. Entre los técnicos existe preocupación, porque su deseo de renovar al extremeño choca con tener cuatro porteros. Imposible.
César se limitó ayer a cocinar una hamburguesa de sepia y gambas, dentro de la promoción 'Queremos que te pongas las botas', en un acto celebrado en el Food & Fun, iniciativa de Movistar, patrocinador del Valencia, en el que también intervinieron Dealbert y Soldado. El defensa cocinó espumita de patatas bravas y el goleador un arroz de pato y canela. Los diferentes platos resultaron exquisitos gracias al asesoramiento y dirección de Ximo Sáez, referente gastronómico de Valencia, presidente de la Cofradía del Arroz, que imparte cursos en ciudades como Niza o California, con la paella por bandera.
«Este cuchillo no corta bien», protestó César nada más meterse en faena. De inmediato, tras recibir las primeras instrucciones, espetó: «Pido libertad para mi creatividad». El guardameta fue el más dicharachero. No calló el tío, al contrario que sus compañeros, mucho más introvertidos. Dealbert demostró que no ha hecho el servicio militar. Había que verlo pelando patatas. Un crimen tras otro. Soldado, más aplicado, habló poco. Pero sin desperdicio. «Como me vea mi mujer haciendo esto, me mata», dijo. En un descuido que tuvo, César agarró un puñado de sal y lo depositó en la cazuela en la que el goleador preparaba su arroz de pato y canela. «Si me ve Arguiñano me ficha», decía el portero para disimular mientras cometía la fechoría. Le pillaron de lleno.
Cuando se interrogó a Soldado sobre si sabe hacer paellas por su condición de valenciano no hubo respuesta, pero tampoco fue necesaria. Bastó con verle la cara. César, que estaba a todas, se encargó de contestar. «No véis cómo coge la cuchara...». Ximo Sáez, mientras tanto, iba de uno a otro para que todo saliera como estaba previsto. Explicó que la decisión en la adjudicación del plato a cocinar por Soldado fue «para iniciarlo en el arroz», mientras que la de César se debió a que «sabe utilizar bien las manos».
El veterano portero del Valencia demostró buena maña a la hora de trocear la sepia y las gambas. «Son de Dénia», señaló, demostrando sus conocimientos sobre la gastronomía valenciana. Quiso también 'tranquilizar' a quien pudiera encontrar un trozo de uña en un plato. «Es mía. No pasa nada, me he lavado bien las manos». El espectáculo fue para no perdérselo. Había que ver a los tres futbolistas ataviados con el delantal y ante los fogones...
El 'show' de César se prolongó mientras duró todo el proceso culinario. «¿Dealbert no os recuerda a un personaje de películas?», preguntó de manera inocente el cancerbero, mientras el de Benlloch le lanzaba una mirada que se podía interpretar como «ya te cogeré a solas». Y es que en el vestuario comparan al defensa con John Travolta, aunque no se sabe si es por el cambio de 'look' que ha protagonizado.
El acto resultó divertido. Los futbolistas se entregaron cada uno dentro de sus posibilidades. Al finalizar, todos a comer. Por fortuna, Ximo Sáez había preparado un arroz al horno espectacular.
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