viernes, 15 de julio de 2011

LA PAELLA FAVORITA DE CHANQUETE

Para muchos, las vacaciones todavía vienen ligadas a la nostalgia de una melodía silbada. La mítica serie 'Verano Azul' continúa estando muy presente en la memoria colectiva de los españoles y, para los malagueños, tiene un valor añadido, ya que el rodaje se desarrolló en el municipio de Nerja.

Han pasado más de 30 años desde entonces pero este pueblo costero recuerda aún a sus visitantes que fue el escenario de las aventuras de esta pandilla: uno de sus parques acoge una réplica del barco 'La Dorada', hay una calle llamada Antonio Ferrandis 'Chanquete', el paseo marítimo lleva el nombre del director de la serie, Antonio Mercero, y el chiringuito Ayo, que aparece en las escenas de playa, sigue en pie.

Este restaurante cambió de ubicación pero conserva la esencia de aquella época. "Estamos un poco más arriba, porque estaba en una zona de Costas, pero sigue teniendo el suelo de arena, que es lo que le gusta a la gente, y no ha cambiado desde que empecé", explica el dueño del chiringuito.

Ficha
Ayo: El chiringuito que aparecía en 'Verano azul'
Cómo encontrarlo: En la playa de Burriana (Nerja). Se distingue por su cubierta de parras
Lo mejor del lugar: La paella y la conversación con su dueño
El mejor momento para ir: Antes de la hora punta de los almuerzos para ver cómo se cocina la paella al aire libre

Su nombre es Francisco Ortega, pero casi nadie lo sabe porque todo el mundo lo conoce como 'Ayo', un apodo que le pusieron de pequeño por su costumbre de terminar todo lo que decía con esa palabra.

Situado en la playa de Burriana, su chiringuito se reconoce fácilmente por su cubierta de parras y por la pequeña pirámide que lo corona. Abre todo el año pero sólo sirve almuerzos, aunque algunas noches estivales acoge espectáculos flamencos.

En las paredes que rodean la cocina hay varios carteles de 'Verano Azul' y es frecuente que Ayo tenga que dejar los fogones para atender a periodistas de todo el mundo y, sobre todo, para hacerse fotos con los clientes, ya que él también apareció "con el pelo largo al estilo indio" en uno de los capítulos junto a su yegua.

"Vienen muchos buscando este sitio porque la gente de 40 años que vio la serie ahora se la enseña a sus hijos y se vuelven locos cuando llegan", comenta Ayo, quien explica que tanto los protagonistas como los miembros del equipo técnico de esta producción continúan visitando de cuando en cuando este rincón de Málaga. "Hay algunos que todavía tienen casa aquí", señala.

Ayo explica que puso el chiringuito hace 42 años porque tenía "que buscarse la vida" y pensó que podía tener futuro, porque en el 69 ya comenzaba el boom turístico en Málaga.

En aquel entonces el plato estrella del restaurante también era la paella, que más que un plato, es un espectáculo. Ayo y sus trabajadores la hacen al aire libre, a la vista de todos, en unas paelleras gigantes y con fuego de leña.

"Me di cuenta de que a los turistas no les gustan los tiempos muertos pero cuando hacía la paella fuera, se entretenían", comenta este nerjeño de 73 años que todavía conserva la vitalidad de sus años de atleta y maneja el negocio con la firmeza que da la experiencia. Eso sí, no tiene problemas en pararse a charlar con familiaridad con los clientes, muchos de los cuales visitan este restaurante cada verano.

Los más de 30 camareros, que apenas han cambiado con el paso de los años, se mueven por el extenso chiringuito atendiendo en español, inglés e incluso algunos también en francés, sueco y alemán con más o menos soltura. Al final, señalar con el dedo es siempre un gesto eficaz, igual que enseñar el plato vacío, porque en este lugar se puede repetir paella por el mismo precio.

Según los cocineros, la clave del éxito de su arroz es que "va muy ligera y sin apenas grasa para que no se repita" y que los ingredientes son muy sencillos: poco ajo, un fumé de verduras, pollo y langostinos.

A quien no le apetece paella, se le recomienda el 'pescaíto' frito malagueño y las ensaladas, aunque también puede decantarse por platos más atípicos para un día de playa, como la lasaña o un buen filete.

A pesar de que el servicio es muy rápido y de que la máxima del personal es que el cliente tenga su bebida y su plato en la mesa en menos de 15 minutos, no es raro ver colas a la entrada a la hora punta de la comida. Esto también demuestra que la crisis no ha afectado al negocio de Ayo, quien este año ha sido incluido en la lista electoral del PP al Ayuntamiento de Nerja. "Pero yo voy el último porque a mí lo que me gusta es estar en el chiringuito", señala este empresario.

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